martes, 9 de febrero de 2021

 

CONCORDANCIAS  MENSAJES PRADO NUEVO - EVANGELIO

Son varios los teólogos que han analizado los mensajes de Prado Nuevo, como así la propìa Iglesia, no habiendo encontrado ninguna contradicción en ellos con el Evangelio. Hasta los enemigos de Prado Nuevo han tenido que aceptar este hecho.

Para corroborar esta realidad, vamos analizar algunos de estos mensajes que una humilde y sencilla mujer nos transmitió, dados por Nuestra Señora la Virgen de los Dolores y por su Divino Hijo Jesucristo, que han permitido por su calado operante la conversión de miles de peregrinos.

De todos los títulos que tiene Nuestra Madre, para esta meditación, nos interesa recordar el de MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA,

“...he ahí a tu Madre” (Jn.19,27)

El Papa San Juan Pablo II, en su encíclica “MADRE DEL REDENTOR”, nos explica la dimensión maternal de María hacia los hombres. Una verdadera Madre que se preocupa de sus hijos.

Y así puede decirnos en los mensajes:

(15.1.1982) “Diles a todos que sigo repitiendo que hagan oración y penitencia, que el mundo está al borde del precipicio, que soy su Madre y quiero que se salven todos.”

(6.11.1982) “Hija mía, soy vuestra Madre, sólo vuestra Madre os puede salvar, hijos míos; os quiero salvar, hijos míos.”

Nos dice Jesús:

“Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. (Mc. 16,15)

Mandato del Señor que sus apóstoles y su Iglesia han estado haciendo durante siglos, y ahora nuestra Madre lo repite en los mensajes:

(4.12.1982) “Quiero, hijos míos, que salgáis para llevar la luz por todas las partes de la Tierra, esa luz de la fe, hijos míos. “

(7.5.1983) "Voy a pediros a todos, hijos míos, que habléis por todas las partes del mundo de los Santos Evangelios que instituyó mi Hijo, y los dejó escritos en la Tierra.”

San Mateo nos habla sobre el destino eterno del hombre:

“...venid benditos de mi padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo...” “...apartaos de mí malditos...” (Mt. 25, 34. 41)

(1.1.1983) “para conseguir el Cielo, hay que cumplir, hijos míos, con las reglas que el Padre Eterno ha puesto para toda la Humanidad.”

(20.5.1984) "Hijos míos, si Él no os condena, os condenáis vosotros con vuestro pecado. Por eso, si alguien os dice que el Infierno no existe, hijos míos, no le hagáis caso.”

¿Qué nos pide Jesús en su nuevo mandamiento?:

“...que os améis los unos a los otros, como Yo os he amado.” (Jn. 13,34)

(1.10.1983) “amaos los unos a los otros, como mi Hijo os amó en la Tierra, hijos míos. Os he repetido muchas veces que no podéis amar a Dios si no amáis al prójimo, porque Dios está en el prójimo, hijos míos, y si no amáis a vuestro prójimo, que le estáis viendo todos los días, ¿cómo vais a amar a Dios, que no le veis, hijos míos?“

Y podíamos seguir comprobando la armonía de los mensajes y su concordancia con el Evangelio.

Para terminar, sólo apuntar lo que me dijo un sacerdote: “Después de tantos años de sacerdote, ha sido leyendo los mensajes de Prado Nuevo lo que verdaderamente me convirtió”.

M.S.G.

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