lunes, 15 de febrero de 2021

SALVACIÓN - CONDENACIÓN


 CONCORDANCIAS MENSAJES PRADO NUEVO - EVANGELIO

OTRAS ESTANCIAS (4)

Ya hemos visto las moradas prometidas en los mensajes de Prado Nuevo. Se ha demostrado la concordancia con el Evangelio, como se ha visto en (Jn.14,2/3). También ha quedado de manifiesto que el camino para alcanzarlas lo tenemos a nuestro alcance: "El mandamiento del amor".

Pero en el mundo encontramos muchas dificultades para encontrar el "camino". Mateo nos dice: "Velad y orad para no caer en la tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil". Volvemos a encontrar iguales palabras en el mensaje de Prado Nuevo del 3-10-1987:

"La juventud está corrompida por el pecado. Sólo la oración, el sacrificio, la penitencia, podrá ayudar a salvar a muchas almas.

Dios prueba a los hombres con castigos y con gracias que derrama, y los hombres no vuelven su mirada hacia Él. ¡Son duros de corazón! Orad, hijos míos, orad. Os digo como mi Hijo decía a sus apóstoles: orad mucho para no caer en tentación".

Pero tenemos la seguridad de que la Misericordia de Dios viene en ayuda de sus hijos hasta en el último instante de nuestra vida (4-11-1995). El destino final depende de la elección que hayamos elegido, no existe la predestinación. Dos estancias nuevas aparecen en el horizonte: INFIERNO Y PURGATORIO. Del Infierno se habla en Mateo 25, 41/46; sobre el Purgatorio nos lo apunta Mateo en 12,32 y lo confirma San Pablo en la 1 Cor. 3.13/15.

INFIERNO: 

El Señor en el mensaje del 4-11-1995 nos cuenta el destino de 4 jóvenes, en visión que presencia Luz Amparo:

[EL SEÑOR:

"Cuatro de ellas perecieron en un accidente, hija mía; rechazaban tus palabras, decían que no existía el Infierno. Ellas mismas te van a hablar, hija mía.

ALMA CONDENADA:

Estamos aquí no por nuestra voluntad(1), sino por la voluntad de Dios. Si no, nosotros por nuestra voluntad no haríamos nada más que maldecir, pero Dios es el que quiere que venga a deciros que estamos condenadas. ¡Yo, que decía que nadie había venido a decir que había Infierno, que nadie me lo había dicho, que no lo creía y me reía junto con mis compañeras!; no creía en la existencia del Infierno y me reí de todo, de la Iglesia, de los componentes de la Iglesia, de las palabras que tú me decías; acuérdate que te dije: “Yo todavía no he visto ese Infierno, tendrían que venir y verlo yo con mis propios ojos para creer en él”; pues aquí estoy gritando: ¡estoy en el Infierno! Me dejé llevar por los placeres, por mis gustos..."

Pero tenemos el consuelo que para los que mueren sin estar en plena gracia de Dios, precisan una purificación, que la Iglesia llama Purgatorio, para luego poder disfrutar plenamente de la amistad eterna con Dios.

ALMA DEL PURGATORIO:

"Sí, estoy sufriendo, pero ¡gracias, gracias que me acordé de las últimas palabras!... Y aquí estoy esperando que Dios purifique todos mis pecados, pero yo quise recibir esa gracia y pedir perdón a Dios de todos ellos. Yo, que había vivido tan mal, pensando en los placeres del mundo, olvidándome de Dios, en la última hora, Dios se apiadó de mi alma, porque yo sentí esa luz divina y me acordé del Infierno y pedí perdón a Dios de todos mis pecados, y Dios me los perdonó; pero tengo que purificarlos. Pero he visto el rostro de María. ¡Gracias! Orad por mí y orad por todos los que estamos aquí. Sólo os pido oraciones. Yo tengo que pagar mis culpas; Dios es justo y misericordioso. Os suplico oraciones, oraciones... Y ¡gracias!"

EL SEÑOR:

"¿Ves, hija mía, cómo las almas... la que abre sus labios para invocar mi Nombre recibe la gracia y la salvación eterna? Yo vine a derramar mi Sangre por toda la Humanidad para la salvación de los hombres, pero muchos de los hombres la pisotean y me rechazan y me desprecian; pero aquéllos que abren sus labios y siento un poquito de amor en su corazón, mi Corazón se derrite por ellos para salvarlos. Por eso, soy misericordioso y soy juez. Y quiero que se hable de mi misericordia y de mi justicia."]

Es una necesidad que pide el Señor, que el mundo conozca estos dos Atributos Infinitos. En una palabra, predicar el Evangelio tal como está escrito.

VEMOS CLARAMENTE QUE LA SALVACIÓN ESTÁ A NUESTRO ALCANCE.

LA CONDENACIÓN ETERNA TE LLEGA CUANDO ELIGES ALEJARTE DEL SEÑOR, SI RECHAZAS SU MISERICORDIA.

EN AMBOS CASOS TÚ ERES EL QUE TE PREDESTINAS.

M.S.G. 

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