miércoles, 14 de abril de 2021

 

RESURRECCIÓN.Y5

¿Cuánto tiempo estuvo Jesús en el sepulcro?

Desde las cuatro o cinco de la tarde del viernes, después de su muerte (tres de la tarde), todo el sábado, y algunas horas del domingo.

Pero muy pocas,

Pues las mujeres, que fueron a embalsamarlo (según el Evangelio)

Al amanecer, Jesús, ya no estaba allí.

Es decir,

  • Que sólo estuvo en el sepulcro, el tiempo estrictamente necesario, para cumplir los tres días, que habían anunciado los profetas.

No como muchos, que han pensado que estaría tres días completos con sus 24 horas (que eso no dice los Evangelios).

Antes que el tercer Sol empezara su rutilante recorrido, Jesús Resucitó.

  • Una vez resucitado el Señor, suceden dos cosas:

Primero:

  • Un gran alboroto entre los soldados de Pilatos.

  • Un Ángel derriba la piedra del sepulcro, y los guardias, al ver la resurrección, corren aterrados a los príncipes de los sacerdotes, a comunicarles lo sucedido.

Estos, al ver que era verdad lo de la resurrección, inventan una nueva patraña:

  • No se rinden a la evidencia, quieren ocultarla, e, inventan una historia absurda:

  • Que mientras dormía, Se han llevado el cuerpo de Jesús sus discípulos.

(Y si estaban dormidos cómo vieron quién se llevó el cuerpo).

Segundo:

  • Lo que hizo Jesús después de su Resurrección, que no cuenta el Evangelio, pero que no podía ser de otro modo,

  • Fue a presentarse a su Madre.

Y LO HACE PLENAMENTE:

  • Nos la podemos imaginar. Llorando su soledad, pensando con toda su alma en la Resurrección,

  • Porque Ella, sí que creyó que su Hijo resucitaría.

Y aparece,

No disfrazado, como lo hace a la Magdalena, o a los discípulos de Emaús,

Sino con una manifestación plena,

Porque la Virgen se lo merecía,

Ya que Cristo amó a su Madre con amor de Dios infinito.

Nadie puede imaginarse lo que allí sucedió,

  • Fue grande la amargura de la Virgen en el Calvario,

  • Pero más grande fue su gozo al ver a su Hijo Resucitado.

  • No hay palabras que expresen,

  • Aquel abrazo amorosísimo,

  • Del Hijo y de la Madre,

  • En el momento de tanta gloria y de tan incomparable triunfo.

Gocémonos en este misterio:

  • Y pidamos humildemente, que algún día participemos nosotros,

  • De ese abrazo y de esa alegría.

¡¡ ALELUYA, ALELUYA, EL SEÑOR RESUCITÓ !!

F I N

M.S.G.

 


RESURRECCIÓN.4

Podemos adentrarnos en su alegría:

  • En su dicha sin medida, al ver delante de ellos, a quien tanto habían deseado,

  • El mayor amor de su corazón.

Y ahora, pensarían,

  • Aquellos años en la Tierra, con más o menos tribulaciones, ¿Qué les parecerían?

  • Benditos trabajos y sufrimientos, que tenían como compensación,

  • La vista de Jesús coronado de gloria.

Qué les parecerían los goces sin medida de la Tierra,

  • Puros engaños, y sentirían compasión de las almas, que no estaban allí con ellos, por haberse perdido.

En la Resurrección:

Todo se va transformando:

El alma de nuestro Señor,

El Seno de Abrahán,

El corazón de los bienaventurados,

El Cuerpo de Jesús.

Entremos en el sepulcro, en el momento anterior a la Resurrección:

  • Es de noche, está en gran soledad, sólo estaban los soldados para impedir el robo del cuerpo por sus discípulos.

  • En aquella soledad, descansa el cuerpo del Redentor:

Contemplémosle:

  • Lleno de llagas, desfigurado,

  • Envuelto en lienzos y perfumes,

  • No hay corrupción, porque no es carne de pecado,

  • Pero está con las huellas de la Pasión.

Cuando llega el momento,

  • El alma de Jesús entra con su ejército glorioso:

  • Mira a su cuerpo como fiel colaborador de sus obras santas, como el que mira a un amigo.

  • ¡Con qué gozo veía iba a rodear todo en gloria!

Como el alma es quien da vida:

  • El alma de Jesús,

  • Abrazándose con el cuerpo,

  • Le infundiría vida, y

  • Lo transfiguraba,

  • Desapareciendo toda señal;

  • Tan sólo quedaron las llagas,

  • Como trofeos de victoria.

Pues, en este misterio, hemos de ver:

  • La glorificación que Dios realiza en su Hijo.

  • Ya, Jesús, no ciñe corona de espinas, sino corona de gozo.

  • No está en manos de sus enemigos,

  • Sino entre ángeles y santos,

  • En la gloria de su Padre.

(SEGUIRÁ)

M.S.G.

jueves, 8 de abril de 2021

 


RESURRECCIÓN(3)

En Fe Católica, decimos que nosotros no somos Obispos, sino discos, que repetimos lo que enseña la Iglesia.

  • Vosotros no os habéis preguntado, Que cómo Jesús, siendo hombre verdadero,

  • pero también Dios, pudo sufrir tanto en la Pasión.

  • Como hombre, no cabe duda que lo hizo, padeció horriblemente.

  • Pero, ¿Y como Dios?

El Padre Alfonso Torres, en su libro “EJERCICIOS ESIRITUALES, II”, DICE:

  • Nuestro Señor tuvo siempre la visión beatífica.

  • Estaba siempre en presencia de Dios.

  • Pero por un milagro de caridad, no permitió que su Divinidad, penetrara en todo su ser, y así, el cuerpo y la parte inferior del alma, pudieran padecer.

Durante 33 años.

  1. Estuvo como reprimiendo su Divinidad,

  2. Para poder sufrir y morir por nosotros.

Y en el momento que pronuncia:

  • “En tus manos encomiendo mi espíritu”.

  • La luz bienaventurada invade toda el alma.

  • Y aunque el cuerpo, esté muerto y humillado, el alma es plenamente feliz, sin que vuelvan a rozarle, amarguras y dolores.

Si se espantaba Santa Teresa de la hermosura de un alma en gracia,

  • ¡Cuánto más nos hemos de espantar al ver la de Jesús, que estaba radiante!

  • Breve fue el sufrir,

  • Eterno el gozar.

A la medida de aquellos dolores, que fueron sin límite,

  • Fue la glorificación.

Y así,

  • Llena el alma santísima, fue a consolar a las almas,

  • Que estaban en el seno de Abrahán.

Este lugar, llamado también Limbo,

  • No era un lugar de castigo, ni tormento.

  • Estaban allí los santos.

Tampoco era un lugar de glorificación,

  • Pues no poseían la dicha del Cielo.

  • Pues el Cielo estaba cerrado, a consecuencia del pecado Original.

Era un lugar de deseos.

  • Deseaban la presencia divina, y los deseos se iban avivando, a medida que pasaban los tiempos,

  • Y como se comunicaban entre sí, se enardecían los deseos, conforme iban llegando las noticias, de los profetas.

Y estos deseos,

Fueron devoradores, cuando llegaron:

Los Inocentes,

Simeón (el anciano del Templo)

Juan El Bautista,

San José.

Y en esa situación, podéis imaginaros la alegría que sintieron, cuando,

Vieron aparecer a Nuestro Señor Jesucristo.

(SEGUIRÁ)

M.S.G.

 


RESURRECCIÓN.2

¡ FELÍZ PASCUA DE RESURRECCIÓN !

“ES LA FIESTA MÁS IMPORTANTE, JUNTO CON LA NAVIDAD, DE NUESTRA RELIGIÓN”.

¿Os dais cuenta de un hecho importantísimo?:

  • De que nuestra salvación depende de:

  • “De la Encarnación, vida, muerte y Resurrección de Jesucristo”.

  • Quien cree en estas verdades, cree en el Evangelio,

  • Y si cree y lo cumple, encontrará la Salvación Eterna.

  • Por eso, San Pablo dice en 1Cor.15,17: (algunos creían que no había resurrección) “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe”.

  • Fué visto por las mujeres, los apóstoles, más de quinientos discípulos y San Pablo, que fue el motivo de su conversión.

Cuando dijo el Señor:

“En tus manos encomiendo mi espíritu”

Se produjo en ese momento un profundo cambio.

  • Esto nos debe de llenar de consuelo.

El Señor había tenido siempre la visión beatífica,

  • En cuanto Dios. Y en cuanto hombre.

  • Veía a Dios cara a cara.

  • Como nosotros vamos a verlo en el Cielo.

Por eso,

  • El alma de Cristo no necesitaba la Fe, porque la Fe, es como un espejo, según cuenta San Pablo.

  • Y Jesús ya veía directamente a Dios, no necesitaba espejo.

Esa visión beatífica,

  • Hace completa la felicidad del hombre, y hasta trasforma el cuerpo, convirtiéndose el cuerpo corruptible, en cuerpo incorruptible y espiritual.

El cuerpo estorba a las cosas espirituales:

  • San Juan de la Cruz, cuenta en “Escóndete, cariño”, que el alma pide que se comunique el Señor, pero sacándola del cuerpo.

  • De la misma manera que escribe San Pablo, cuando explicando lo que vio en el Cielo, no sabe si el alma estaba fuera del cuerpo.

  • Luego, está claro que cuando nuestro cuerpo se transforme, no estorbará a las cosas espirituales, y entonces será feliz.

Y ahora algo especial:

(SEGUIRÁ)

M.S.G.

 


RESURRECCIÓN.1

Acabamos de celebrar la Resurrección del Señor.

  • Hoy es un día propicio para hablar de estos acontecimientos, y así lo vamos a hacer.

Repasemos un poco la historia:

  • Primero, conviene recordar, la caída de nuestros primeros padres.

  • Por su desobediencia, al pecar, perdieron los dones preternaturales que tenían:

  • No sufrían ni padecían.

  • No iban a morir.

  • Estaban disfrutando en un Paraíso.

  • Pero el pecado de desobediencia, lo cometieron con un Ser Infinito, y para reparar ese mal, para restablecer la amistad con Dios, otro hombre tenía que pagar la ofensa.

  • Pero ningún hombre, por ser finito y por sí solo, podía ofrecer un sacrificio suficiente, pues no sería un sacrificio infinito.

Y en estas circunstancias:

  • De estar el hombre bajo el dominio del pecado, después de la trasgresión de Adán, Dios prometió un Salvador en el Proto-Evangelio. (Gen.3,15)

  • Y al llegar la plenitud de los tiempos, sucede algo trascendente,

  • ¡LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS!

  • Dios envía a su propio Hijo, nacido de mujer, en carne igual que la nuestra, pero no dominada por el pecado.

Y así:

  • Como hombre, al obedecer, con su entrega y sacrificio, nos compró para Dios, con su sangre.

  • Reparó el pecado de Adán.

  • Y como Dios, ofreció al Padre, reparación Infinita.

(SEGUIRÁ)

M.S.G.