domingo, 13 de diciembre de 2009

CRUCIFIJO - ABORTO


CRUCIFIJO - ABORTO
NO, NO VAN CONTRA LA CRUZ, SINO CONTRA EL CRUCIFICADO
Nos podemos preguntar, ¿por qué odia el mundo a Jesucristo? Si todos reconocen, hasta los no creyentes, que pasó haciendo el bien. Que vivió pobre, curó a los ciegos, sordos, paralíticos. Derrochó amor a todos, hasta a sus enemigos. Parece que no es adecuada esta pregunta.
Pero sin embargo, los hechos vienen a decirnos que es una realidad. Lo estamos viendo a diario, yo diría que cada vez más acentuado: Ataques a la Iglesia, a los cristianos, a la religión. Ahora tenemos en el debate de actualidad la retirada de los crucifijos de las escuelas y la ley del aborto. Dos actuaciones directamente preparadas para apartar a Jesucristo de nuestras vidas y matar vilmente al más inocente, a los que Jesucristo más ama.
Es el mismo Jesucristo quien nos da la respuesta. En el Evangelio de Juan, nos dice: ”El mundo me odia porque sus obras son malas”. Luego, están directamente relacionadas ambas cosas. El hacer obras malas, lleva a endurecer el corazón y de ahí a generar en él, odio a Jesucristo. Es el mismo Jesucristo quien da una explicación en el mismo Evangelio: “Todo el que obra mal aborrece la Luz, y no viene a la Luz, porque sus obras no sean reprendidas”.
Los cristianos debemos estar preparados para afrontar estos tiempos con valentía, pues no olvidemos que Jesucristo nos avisó de que “Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que Yo os escogí del mundo, por eso el mundo os odia”.
Recemos para que los que andan en tinieblas se acerquen a la Luz.






SÍNTESIS DE LA DOCTRINA CATÓLICA SOBRE EL ABORTO:



A continuación se transcribe un extracto del contenido del Catecismo de la Iglesia Católica:
2270
Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ser reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida.
2271
Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado.
2272
La cooperación formal a un aborto constituye una falta grave. La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana, manifestando la gravedad del crimen cometido.
2273
Cuando una Ley positiva priva a una categoría de seres humanos de la protección que el ordenamiento civil les debe, el Estado niega la igualdad de todos ante la Ley.
2274
Puesto que debe ser tratado como una persona desde la concepción, el embrión debe ser defendido en su integridad, cuidado y atendido médicamente en la medida de lo posible, como todo otro ser humano.
2275
Es inmoral producir embrines humanos destinados a ser explotados como "material biológico".

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