DOLOR – SUFRIMIENTO (5)

DIVISIÓN DEL MAL

• El mal se puede considerar o podemos dividirlo en dos:

1. - MAL ABSOLUTO.

• Es el que impide que el hombre pueda salvarse y gozar de la felicidad eterna,
• Es el pecado y su consecuencia escatológica:
• El Infierno.
• Por tanto, el pecado es el autentico mal, y, el origen más profundo de todos los demás males.
• Es la ofensa hecha a Dios (directa o través de las ofensas que hacemos a las personas)
• Y el único responsable es el hombre.

2.-MAL RELATIVO.

• Es aquello que desagrada al hombre,
• El sufrimiento, el dolor, la muerte.
• Estos, son también, consecuencias del pecado.
• El hombre al pecar los introdujo en el mundo.

Nos dijo San Juan Pablo II:

“el mal moral es el pecado, Dios no lo hizo ni lo quiere. El mal moral es radicalmente contrario a la voluntad de Dios”, (lo hemos visto en la cita de Génesis que recoge S. Pablo en la carta a los Romanos.)

• El pecado grave impide el destino feliz en el cielo, y lleva al infierno donde el sufrimiento es definitivo y la muerte eterna.

¿DIOS PERMITE EL MAL?

• En los Evangelios vemos que, Jesús no predicó contra el sufrimiento temporal o la muerte, incluso las aceptó en su vida.
• Y si Dios acepta algo, es que no es un mal absoluto, puesto que el mal absoluto es, en si mismo, la raíz última de todo sufrimiento.

Nos dejó dicho San Juan Pablo II:

• “Dios no quiere el mal como tal, pero Dios permite el mal y argumenta:

¿Por qué Dios permite el mal?

• Si este mal está presente en la historia del hombre y del mundo, solo está permitido por la divina providencia, porque Dios quiere que en el mundo creado haya libertad (El hombre fue creado libre).
• Para Dios la existencia de los seres libres es de un valor más importante que el hecho de que aquellos seres abusen de la propia libertad contra el creador, y que por eso su libertad pueda llevar al mal moral”.

• Dios permite provisional o temporalmente el mal,
• Porque su amor hace que su infinita sabiduría y omnipotencia obtenga del mal bienes mayores,
• Pero en el plano providencial del Creador respecto del mundo.
• El mal en definitiva está subordinado al Bien.

¿Por qué lo digo? (SEGUIRÁ)