miércoles, 8 de mayo de 2019

LOS NOVÍSIMOS:  MUERTE, JUICIO, INFIERNO Y GLORIA(5)
Dios hace milagros con la persona que se arrepiente, pero no puede
 salvar al que no quiere salvarse...; Es la soberbia la que condena al 
hombre.                                   
Para el hombre moderno es más fácil creer en un Dios abuelo que  todo lo 
perdona, porque el hombre no conoce la hondura del pecado y termina
 haciéndose un Dios a su medida y se atreve a llevarlo a su tribunal. Pero 
olvida que de ese Dios que murió en la Cruz por nosotros, no se 
puede dudar pero tampoco se puede abusar.
El que se rie de ese Dios que se dejó crucificar, vejar, torturar, 
ser objeto de mofa en la Cruz y se rie del perdón que nace de esa
 Cruz, se cierra la única puerta que hay de salvación.
Decía el cardenal Ratzanger "La perdición se debe a la permanencia 
en lo propio".
El infierno no es para aquel que tenga capacidad de arrepentimiento,
 Dios hace milagros con el, es el milagro de una salvación gratuita que no 
pide otra condición que un corazón humilde y arrepentido.
REENCARNACIÓN
Se ha extendido por Occidente la idea de la reencarnación, según encuestas 
recientes muchos de los europeos aceptan la reencarnación. Esta idea es 
propia de religiones como el induismo y el budismo.
Ellos dicen: El que no ha conseguido la purificación, tiene que reencarnarse 
según la ley del Karma (la ley de las acciones en la vida.) La reencarnación 
será más o menos digna según haya sido la propia vida, hasta conseguir 
 la perfección y unirse con Brahma.
Según el Padre Sayés, esta creencia supone en muchos casos la posibilidad 
dé seguir creyendo en el más allá, pero rehuyendo el encuentro  con 
un Dios que nos puede juzgar.
La idea de la reencarnación choca con las ideas fundamentales del 
cristianismo, cito algunas:
1ª.— Según la fe cristiana está establecido que los hombres mueran 
una sola vez, despues viene el juicio.
En el más allá se da una retribución inmediata a la muerte que es 
irreversible. (2 Cor.5,1O.)
2ª.— La teoria de la reencarnación supone que el alma usa el cuerpo 
como mero instrumento, del que termina librándose definitivamente, 
mientras que el cristianismo valora el cuerpo material, al que salva
 en la resurrección.
Cristo toma una carne y resucita con ella, y con ella vendrá al final de 
los tiempos y el encuentro con Cristo será el fin definitivo.
3ª.- La teoría de la reencarnación pretende que el alma se salva por sus
 propias fuerzas, sin el auxilio de la redención y la gracia de Cristo.
(SEGUIRÁ)

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