https://www.virgendolorosa.net/COMEN.ACTUA/TEXTO/9-11-25.html
...Y NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN...
El versículo 13 del capítulo 6 de San Mateo contiene la sexta petición del Padrenuestro: “y no nos dejes caer en la tentación”.
Advierte el P. Torres que esta petición se refiere a uno de los más graves y más universales problemas que hay en la vida cristiana.
Todos tropezamos en nuestro camino con tentaciones, y quien sabe proceder bien en tiempo de tentación, se santifica; mientras que, en cambio, el que no sabe proceder bien, en la tentación encuentra su ruina.
Por eso en la Escritura vemos que Jesucristo exhorta con frecuencia al heroísmo de la virtud. No se conforma con inculcar la práctica de los Mandamientos, sino que invita amorosamente a buscar la perfección.
La tentación, si bien es un peligro por los males a que nos puede arrastrar, también es una misericordia por la ocasión de grandes bienes que fortalecen las almas.
De esta forma podemos hablar de un doble lenguaje: con palabras de temor y con palabras de ardimiento y esperanza.
Estas dos maneras de hablar de la tentación se encuentra en las Sagradas Escrituras. Pero es necesario distinguir el lenguaje en las Escrituras de las tentaciones.
La índole de nuestra lengua (español) es muy distinto de la índole de las lenguas semíticas, porque tenemos una abundancia de términos que estas no poseen.
Nosotros expresamos distintamente el hacer una cosa y el tolerarla o permitirla. En cambio en esas lenguas bíblicas se suele expresar con la misma palabra ambos conceptos.
Donde nosotros decimos que Dios permite la tentación, esas lenguas dicen simplemente que Dios tienta.
Aclarado esto, que nos servirá en el futuro para interpretar las Escrituras, veamos nuestro proceder.
Realmente somos libres, pero nuestra libertad no es tan absoluta ni tan completa que nos sea igualmente fácil practicar la virtud y seguir las sendas del vicio.
Para practicar el mal no tenemos otra cosa que hacer sino dejarnos llevar de nuestras pasiones.
Y para practicar la virtud tenemos que ir contra nuestras pasiones, combatiendo duramente.
La gracia de Dios que buscamos con oraciones perseverantes, humildes y confiadas, es lo que nos da la victoria.
La sexta petición del Padrenuestro no puede significar otra cosa que suplicar a Dios que no nos haga caer en la tentación que nos haga pecar.
Cuando la tentación nos asalte, procuremos apartar los oídos interiores de la furia de nuestras pasiones, aplicándolos al Corazón de Cristo, que entonces palpita con más solicitud amorosa por nuestro bien, y así cobraremos confianza y fortaleza.
Jesús es nuestro escudo y nuestra corona. Por los ásperos senderos de la tentación llegaremos a la cima de la vida perfecta.
AMOR, UNIÓN Y PAZ
(De Lecciones Sacras del Padre Torres, tomo 2)
M.S.G. 9-11-25 – TERMINAREMOS CON: “...MAS LÍBRANOS DEL MAL.”

No hay comentarios:
Publicar un comentario